Southern Copper, una de las mayores productoras de cobre en el mundo, dijo el martes que recibió del gobierno peruano luz verde para construir su retrasado proyecto Tía María de 1.400 millones de dólares, licencia que fue rechazada por la población que se opone al emprendimiento en el sur del país.
Southern Copper, controlada por Grupo México, afirmó sin embargo en un comunicado que no iniciará la construcción de su proyecto Tía María, ubicado en la región de Arequipa, sin antes generar espacios de diálogo y consenso de la población para el desarrollo del proyecto.
Tía María, que produciría 120.000 toneladas de cobre al año, es un proyecto que lanzó Southern Copper a inicios de la década pero protestas de la población vecina que temen la contaminación de sus tierras retrasaron el plan.
La compañía minera reiteró su compromiso de emplear para sus operaciones agua de mar desalinizada y que para el transporte de sus suministros y producción de cobre construirá un ferrocarril industrial y una vía de acceso al proyecto “a una distancia prudente” del valle de Tambo de la localidad de Islay.
Tras el anuncio de la empresa, el consejero regional de Islay, Elmer Cáceres, y alcaldes de la zona rechazaron a la “posible entrega de la licencia” de construcción.
“Consideramos que de entregarse tal documento se generará un conflicto social de imprevisibles consecuencias, originando pérdidas económicas y sobre todo mas pérdidas de vidas humanas al interior de la provincia de Islay”, dijo en un comunicado.
Dos protestas contra el proyecto Tía María, una en el 2011 y otra en el 2015, dejaron al menos seis muertos tras enfrentamientos con la policía.
Clave para el sector
Representantes del Gobierno del presidente Martín Vizcarra no estuvieron disponibles de inmediato para comentar el tema. Funcionarios habían reafirmado antes la importancia del plan y que el tema social era vital para continuar con su proceso.
Analistas económicos consideran que la aprobación del Gobierno de la licencia de construcción de Tía María es clave porque gatillaría otras inversiones pendientes en el sector minero, muchos de ellos parados por conflictos sociales.
“Es una importante señal para reactivar la inversión privada que asegure el crecimiento económico y social que necesita el país”, dijo presidente de la poderosa Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía, Manuel Fumagalli, en un comunicado.
Southern Copper dijo a inicios de este año que estaban evaluando un plan para construir una nueva fundición y refinería en el sur de Perú, con una inversión de 1.300 millones de dólares, con una capacidad de procesamiento de concentrados de un millón de toneladas métricas de cobre.
Southern Copper tiene también en cartera en Perú los proyectos de cobre Los Chancas de 2.800 millones de dólares y Michiquillay de 2.500 millones de dólares. Este último lo adquirió el año pasado y espera iniciar operaciones en el 2022.
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